En momentos de alta incertidumbre y con las tres principales problemáticas que mencionamos a continuación, una solución para viabilizar proyectos es hacer mejores modelos financieros, involucrando más variables y de forma más realista, tal como se dan los proyectos en la realidad, porque cada peso cuenta. Ahora, un 1% de la utilidad puede hacer la diferencia entre un proyecto viable y uno que no lo es. Para eso, está MAFP, el software y el servicio que le brinda todas las herramientas necesarias para tomar decisiones más acertadas en la evaluación y control de los modelos financieros.
1) Las tasas de interés: Las tasas de interés tienen dos impactos adversos en el sector. Por un lado, los constructores dependen de los créditos constructor para apalancarse y poder cubrir los costos iniciales de la construcción. Por otro lado, los clientes finales, los nuevos propietarios de la vivienda, deben tomar un crédito por el 70% del valor del inmueble. Debido a las altas tasas de interés, los bancos ya no prestan a todos los constructores sino solamente a aquellos que muestren los proyectos mejor estructurados, y, por su parte, los clientes finales deben tener más ingresos para acceder al crédito. Antes de que comenzara este fenómeno, una familia que podía acceder a un crédito de, por ejemplo, trescientos millones de pesos (COP), ahora, con los mismos ingresos, solo le prestan doscientos. Esto lleva a un problema y es que ya el negocio previamente pactado ha perdido su cierre financiero. ¿De dónde van a salir los cien millones que faltan para que la familia pueda comprar? Esto hace que se produzcan desistimientos que afectan el tiempo de venta de los proyectos.
2) Altos precios de los insumos: Los constructores tienen calculados sus proyectos y, por lo tanto, sus modelos financieros con base en unos costos de construcción calculados previamente. Si estos costos suben, de la misma manera bajará la utilidad, lo cual representa un gran problema para las finanzas del proyecto. Los altos costos no solo se han dado por la inflación que afecta a la mayoría de economías del mundo, sino también por la escasez de algunas materias primas que se han visto restringidas debido a la guerra de Rusia y Ucrania.
3) Una política pública incierta en cuanto a los subsidios de vivienda: Los cambios abruptos en la política pública frente a la definición de subsidios, frenaron de un solo golpe la adjudicación de esas ayudas, lo que ha hecho que en el primer cuatrimestre del año las ventas hayan caído casi un 50% frente al año anterior. El problema se evidencia en que los constructores están abortando algunos proyectos, ya que no están seguros de que sus clientes vayan a tener los recursos para poder finalizar la compra sin el subsidio. Al final, el impacto se verá en la economía en general, ya que la construcción aporta más o menos un 10% del PIB del país. Si las ventas caen, también lo hará el PIB. En un par de años, podríamos estar sufriendo altos índices de desempleo.
MAFP le da la posibilidad de hacer sus proyectos más rentables, le permite analizar más escenarios, más rápido, más realistas y con la posibilidad de hacer control mensual de la misma manera podrá tomar decisiones todos los meses que mitiguen la pérdida de valor de sus proyectos.